lunes, 26 de septiembre de 2011

Juguetes viejos....

Está claro que necesitaré bastante tiempo hasta manejar la tableta gráfica como manejo un vulgar lápiz, ¿verdad?




"Time spent with cats is never wasted"
Sigmund Freud.

domingo, 25 de septiembre de 2011

Cinturón Obi.

Y cuando digo Obi, no es Obi-Wan Kenobi, no. Se llama cinturón Obi a los cinturones parecidos a los que usan las japonesas para cerrar los kimonos. Hay bastates tutoriales en internés, pero como están en inglés os dejo el mío para las que no chanéis la lengua del imperio

En primer lugar, necesitamos cuatro tiras rectangulares de tela y una de entretela, dos para hacer el cuerpo del cinturón junto con la entretela, y otras dos para hacer las tiras con las que atarlo.  Las tiras del cuerpo del cinturón, en mi caso, miden 78 cms de largo por 13 cms de alto, porque quiero que se crucen un poco en la espalda. Las tiras que usaré para atarlo miden 7 cms de ancho por 80 cms de largo, para que sobre lo bastante como para atarlas con una lazada. Yo he utilizado dos telas distintas: una tela estampada para el frente del cinturón y las tiras de atar, y loneta negra para la parte del cinturón que va hacia el cuerpo y que, por tanto, no se va a ver mucho, la verdad. 

Entretelamos la tela estampada con una entretela de armar, es decir, con una entretela rígida. Hará que cuando nos sentemos se formen menos pliegues en el cinturón.Una vez entretelada, dibujo en la entretela la forma del cinturón. Yo he dejado un rectángulo central de unos 50 cms de largo y luego he disminuído hasta los 4 cms de ancho en los extremos. En la foto podéis ver cómo se estrecha el cinturón hacia los extremos en los que van cosidas las cintas para atarlo.



Cosemos las cintas doblando las tiras por la mitad, pasando un pespunte recto y luego un zig-zag para rematar. Las telas que he usado se deshilachan un poco, así que he tomado esta precaución, pero si vuestras telas no se deshilachan con facilidad podéis obviar este paso. Damos la vuelta a las cintas y las planchamos bien.
Hacemos un sandwich con las telas, poniéndolas derecho contra derecho y dejando las cintas para atar metidas dentro. 

 Sujetamos con alfileres y lo llevamos a la máquina, pasando un pespunte a 1/2 cm del borde y rematando bien las tiras, para que si nos apretamos el cinturón no nos quedemos con ellas en las manos. Recortamos las raspas sobrantes y rematamos todo con un zig-zag.


 Al coser, dejamos una abertura en uno de los lados largos del cinturón, para poder darle la vuelta. Ojo con no pillar las tiras al borde cuando cosemos.

 

Damos la vuelta al cinturón, lo planchamos bien y le pasamos un pespunte recto por todo el borde, para cerrar la abertura que habíamos dejado y rematarlo bien. 

Ya sólo queda ponernos nuestro cinturón Obi y salir de casa divinas de la muerte.  Y que la Fuerza nos acompañe.

domingo, 11 de septiembre de 2011

Perro viejo, collar nuevo.

O más bien, máquina de coser vieja, funda nueva. Más que nada porque este es el aspecto que tenía la funda con la que venía la máquina:


Absolutamente zarrapastrosa. Una porquería. Vieja, arañada, sucia... por más que la limpiaba, ya estaba amarillenta. Hora de hacerle una bonita funda nueva. Recurro a Ikea y compro medio metro de esta tela tan alegre y colorida... con el fondo negro, que nos conocemos. 

 

 Lo primero es medir la funda vieja, y cortar, con 1/2 centímetro de margen de costura extra por cada lado, las tres piezas que la componen: dos laterales y el frente/ trasera, que es una única pieza.


Una vez cortadas las tres piezas, las refuerzo con entretela de armar. Es una entretela muy rígida que se adhiere a la tela con la plancha.

Ahora uno las piezas poniendo revés contra revés y cosiendo por el derecho, porque luego voy a rematar la costura con un bies de algodón que la refuerza y la adorna al mismo tiempo.


Unidas las tres piezas, la funda se sostiene sola en pie gracias a la entretela de armar. Nos queda algo así:



 Cosemos el bies a las costuras que unen los laterales con la tapa, y después cosemos de nuevo un bies por todo el bajo de la funda. Así nos queda rematada perfectamente, y como el bies es negro no se ensuciará con facilidad. O bueno, se ensuciará seguro pero no lo veremos. Ojos que no ven, corazón que no siente.


 He puesto la funda sobre el respaldo de una silla y le coloco la funda vieja encima, porque tengo que medir dónde va la abertura para el asa de la máquina. 


Marco la abertura con un lápiz de costura y la abro con las tijeras.


 Con otro trocito de bies remato ambos lados de la abertura del asa.


Por pura pijería, he recortado el logo de la marca de la funda vieja. lo coso en la misma posición en la que estaba en la funda original y...


... funda terminada. Ahora mi máquna está protegida del polvo y más bonita que un San Luis.

martes, 6 de septiembre de 2011

¡Premio¡ Virtual, pero premio.

Mi amiga Inma, autora del blog De celeste y chocolate con mucho arte y mas, me ha otorgado el siguiente premio: 



Y aunque es un premio a manos maravillosas, yo se lo paso con todo el cariño a la Señorita Puri, del blog Señorita Puri (acuda a caja 7). Por su  humor (se me saltaban las lágrimas de risa con el post de las instrucciones de las pinzas de depilar), que os recomiendo encarecidamente. Es un blog de obligada lectura. La señorita Puri es mamá de un bombón de niño que aunque a veces le hace ponerse tierna no le hace perder su sentido del humor tan especial. Por favor, sigue deleitándonos con tus post. Al fin y al cabo, para escribirlos usas unas manos maravillosas....

Gracias a Inma por el premio y gracias a mis- todavía escasos- seguidores. Lamento haber sido tan perraca estas semanas de atrás, pero con la caló que ha hecho se me quitan las ganas de hacer nada, que lo más que he hecho estas vacaciones ha sido fotosíntesis. Así que tengo el cesto de los proyectos a rebosar de ideas. Un rollo, porque cada vez que paso por delante se me ponen a lloriquear para que les haga caso. En cuanto bajen las temperaturas, sacaré a alguna de paseo. Lo prometo.

Pintura al fresco. O algo asín.

 Yo tenía la casa pintada en un tono piedra, y el arco que separa la cocina del pasillo (en tiempos hubo una puerta, pero estorbaba muchísimo y mi cuñao me puso un arco) estaba adornado con una cenefa vegetal estarcida en el mismo color. Al cambiar el color de las paredes a un gris pálido, he tenido que cambiar también la cenefa. Empecé por lijar, dar masilla en las grietas que habían aparecido en el arco, volver a lijar y pintar de blanco. Yo paso por delante de la fábrica de aguaplast y salen los trabajadores a hacerme la ola.


El siguiente paso es centrar la plantilla de estarcido en el arco. Se supone que es autoadhesiva, pero a estas alturas de la feria tengo que sujetarla con cinta de pintor. 


Con un pincel para estarcido (son bastante baratitos y dan mejor resultado que un pincel normal, creedme, no seais roñas y compraros uno) relleno la plantilla. No pasa nada si no me queda perfecta, porque busco un aspecto envejecido.


Una vez completada la plantilla y pintado el arco completo, me queda una cosa así. Los bordes son irregulares porque la plantilla no se adhería muy bien y la pintura ha rebosado un poco por los bordes, pero en este caso no tiene importancia. El color ha quedado muy sólido, que no es lo que yo busco, así que ahora lo tengo que corregir.


Pero no hay nada que temer si tienes un trozo hermoso de lija gruesa. Nada se le resiste, y mucho menos un poquito de simple pintura plástica. La pobre no tiene nada que hacer. Uso la lija para desdibujar los bordes del estarcido y descargar el centro del dibujo, de tal forma que adquiere un aspecto envejecido.


 Una vez he lijado todo el arco, tiene un aspecto antiguo muy agradable, y ahora el tono del estarcido es el mismo que el del resto de las paredes. ¿Os gusta? A mi me encanta.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Juguete nuevo

Esto es lo que he conseguido al primer intento con mi nuevo juguete:
El juguete es una tableta digitalizadora, de las más baratitas. Espero que con un poco de práctica la cosa mejore.