miércoles, 29 de febrero de 2012

Merdellonas.

Tengo que decir, ante todo y sobre todo, que me gusta mucho Málaga. Me gusta su luz, su clima, su centro histórico con el teatro romano, sus barrios, y una cosa que es a la vez lo mejor y lo peor de esta ciudad: su gente. Supongo que es igual en todas partes. Lo mejor y lo peor de cualquier sitio lo pone el elemento humano.
Málaga es una ciudad hermosa, con un clima privilegiado y una luz espectacular, un teatro romano en pleno centro y una alcazaba que es una belleza, el puerto está cada día más bonito, los árboles del Paseo del Parque son ficus centenarios con unos troncos impresionantes... pero me llama la atención que, al contrario que Cádiz o Granada, cuyos habitantes están orgullosos de sus ciudades y las cuidan y miman con esmero, los malagueños van por la ciudad como el caballo de Atila. Ir por cualquier calle de Málaga es como ir por un campo minado: escupitajos, chicles, mierdas de perro, papeles y todo tipo de basuras que os podáis imaginar. Total, luego vendrán los de Limasa limpiando así que ¿para que se va a molestar el malagueño en no ensuciar? De limpiar, ni hablamos, claro. 
Dentro de la fauna malagueña hay un especímen más dañino que el resto: la merdellona. La expresión merdellón, para los que no estéis familiarizados con ella, es malagueña 100%. No la escucharéis fuera de Málaga. Pero para que os hagáis una idea, es lo que en otros lados llamarían canis, chonis, bajunos... Aquí son merdellones. Y mi barrio- Las Flores city, ciudad sin ley- está plagadito. 
El problema de los merdellones- canis, chonis, poligoneros, pinpines- es que no sólo no tienen educación, sino que además están encantados de ser así de borregos. Chillan a pleno pulmón a cualquier hora, llamándose de ventana a ventana; se paran con la moto debajo de la ventana de la amiga y tocan el pito para que se asome; empujan a la abuela cargada de bolsas por la acera; te pasan corriendo al lado empujándote; se van a comer pipas al portal del vecino (si ensucian el suyo, su omá les regaña); llevan al perro a cagar delante del portal del vecino (¿recogerlo? tú te chutas).. suma y sigue. Como en mi barrio hay más merdellones que botellines y si vas de persona educada, pidiendo las cosas por favor, encima se te ríen en la cara, he decidido usar sus mismas armas. ¿A mi, que prácticamente me he criado en el metro de Madrid, me va a cortar el paso una merde? Vas lista, guapita de cara.
Y eso es lo que me ha pasado esta mañana. Me acerco al banco a sacar dinero. Acceso al cajero estrecho, a un lado la pared del banco, a otro un seto de un jardín. Tres merdes (modelo delgadas como palitos) con carrito de bebé ocupando todo el ancho del acceso. Delante mío un señor mayor. Las merdes (¡sorpresa!) le ven y una se aparta para dejarle pasar. Inmediatamente después voy yo. En vez de quedarse donde estaba y dejarme pasar, la merde vuelve a bloquear el paso para hablar con sus merdeamigas. Error. Menda mete el hombro (en el que llevaba colgado un bolso con el tamaño y el peso aproximado de una piedra de pirámide, más o menos) y empuja. Merde sale revoleada diciendo "¡Nu veah!" . Menda se hace la sorda y va a lo suyo en el cajero.
Seguro que para la próxima se quita.

domingo, 26 de febrero de 2012

Una camiseta de bigotes.

Y no, no es una camiseta para masoquistas. Sólo me he asegurado de que la tela que he puesto debajo para hacer la aplicación inversa no se enrrollaba, que es una tendencia muy común en los géneros de punto de algodón. Y si son elásticos, mucho más. Por eso lleva unos veinticinco millones de alfileres. Así me aseguro de que no pillo la tela de forma rara al coserlo a máquina. 


Al pasar a máquina, lo coso dos veces. Es decir, hago la silueta que quiero dejar dos veces con la máquina. Es un poco rollo, pero os aseguro que es IMPRESCINDIBLE. Por no hacerlo, a mi se me ha descosido parte de un titá que hice hace ya bastante. Y se me ha descosido en la oficina, claro. No se puede descoser en casa, no...


 Una vez lo he metido a la máquina, toca la parte delicada: cortar. Despacito, tanto por delante como por detrás y poniendo un dedo para separar ambas telas y asegurarnos de cortar sólo lo que queremos cortar. No es la primera vez que echo a perder un titá por las prisas.


Unos tijeretazos más tarde, repasar con cuidado los cortes para que se vea igualado, cepillar la camiseta para quitarle las pelusas varidas.... ¡ale hop! Una camiseta exclusiva. 

sábado, 25 de febrero de 2012

Monederos-pirámide

O monederos triangulares. Encontré este tutorial fantástico de Craft Passion, muy fácil de seguir gracias a las fotos paso a paso. Eso si, os recomiendo que NO uséis telas de tapicería o lonetas, como he hecho yo, ya que darles la vuelta una vez cosidos es una pesadilla. Es mejor usar, como hacen en el tutorial, telas de algodón finas de las que se utilizan para pachtwork. Lo que pasa es que yo quería hacer los monederos a juego con los bolsos que estoy preparando para regalar, así que he usado las mismas telas para los monederos y para los bolsos. Espero que el monedero de las flores sea útil para guardar libras.... y no doy más pistas. 


viernes, 24 de febrero de 2012

La puerta dichosa. Tuneando un marco de Ikea.

¿Os acordáis de este marco? Hace ya unos dos millones de años lo puse en el blog, y os anticipé que algo iba a hacer con él. La verdad es que ha costado lo suyo. Primero se acabó la pintura en spray del color que yo quería en el chino de al lado de casa. Luego se quemó el chino (¡!) y hasta que Belén no me consiguió un par de sprays no lo pude terminar. Luego.... que no había manera de colgar el dichoso marco. Uf. Vamos, que me ha costado lo mío. Y entre medias, se metían otros proyectos (bolsos, tuneo de camisetas para niños, algún vestido, una falda... no me toques las palmas, que me conozco).

Pero después de todos los retrasos, por fin puedo enseñaros orgullosa... una foto de porquería, porque mi pasillo es tan estrecho y miserable que no hay ángulo para hacer una foto en condiciones. En fin. Con todos vosotros ustedes ¡tachán! la puerta de mi baño:


Espero que os guste. Y si no os gusta, al fin y al cabo es mi baño. Y a mi si me gusta.

domingo, 19 de febrero de 2012

Un vestido chiquitito....


 ... para una chiquitita. De hecho, ni siquiera tiene cuatro meses, así que espero que el vestido le quede un poco grande, para que se lo pueda poner lo que queda de invierno. Es de cuello alto, pero no es demasiado abrigado ya que es punto de algodón. Ahora lo puede llevar con ropa interior abrigada debajo y más adelante con un body sin mangas.
He partido de una camiseta de cuello alto, con manga fruncida en el puño y canesú fruncido. Tiene toda la espalda abrochada, así que será muy fácil de poner y quitar, que es lo que buscamos con bebitos pequeños. Por la camisetita sólo me han soplado 3 lerus en Kiabi. La camiseta la corto unos 10 cms para que el vestido no sea demasiado largo.


 Tenía una tela de cuadros escoceses, pero ligera, muy bonita. Mido el largo necesario y con una tira hago pliegues siguiendo los cuadros, como llevan las faldas del cole.


Paso un pespunte por el borde y también coso un poco hacia abajo cada tabla, para estar segura de que se mantienen en su sitio y dan un aspecto de uniforme al vestido. Mido el ancho y remato los bordes. También remato el bajo.


Ahora le pongo a la costura del canesú un trozo de puntilla chiquitita que tenía por ahí, en un rincón. Sujeto con alfileres y sigo la costura que ya tiene la camiseta. 


Alineo la falda con el borde de la camiseta, poniendo derecho contra derecho, y le paso un pespunte. Hago un zig-zag al borde cogiendo tanto la camiseta como la falda. Plancho la costura hacia abajo y paso un pespunte a 1/2 cm del borde de la camiseta para asegurar la costura.


A la pechera de la camiseta le añado una cinta de terciopelo color crudo y hago un lazo en el medio. Le pongo un botón para adornarlo.


A 1 cm del borde de la camiseta, coso otra cinta de terciopelo. En el medio, tres botones.


 Y ya tenemos nuestro vestido de chica mayor. Espero que os guste, y espero que a la mamá de esta pequeña también. De lo que si puede estar segura es de que es diseño exclusivo, made in En un titá.

sábado, 11 de febrero de 2012

Miau.... con ayuda de Tilda.

Con ayuda y el patrón para el gato del libro de Tone Finnanger, de su serie Tilda , "Labores decorativas para la casa" he hecho una acompañante para el bolsito de vichy. Por supuesto, lleva el vestido a juego con el bolso:


Una rosa en la cabeza, también a juego con la del bolso, y un cascabel rosa (gracias, Belén) para ir purrrrrfecta.


Se puede lavar en lavadora, ya que la tela es una loneta blanca de algodón. Lo único, que cada vez que se lave habrá que volver a pintarle los coloretes y el interior de las orejas.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Un bolsito pequeño para una pequeña.

Bueno, pues dentro de nada es el cumpleaños de una pequeñita. Que cada día que pasa es menos pequeñita, y en realidad es casi- casi una persona mayor ya. Y ¿dónde va una mujer hecha y derecha que se precie sin un bolso? Pues no se vosotras, pero yo a ninguna parte. Y como los colores favoritos de las niñas son los que son, pues he decidido hacerle un bolso a medida, en lila y rosa. 
Empiezo por cortar y entretelar un rectángulo de tela, que en mi caso es de 40x20 cms en tela de vichy color lila. La doblo por la mitad, coso los laterales y recorto en la parte inferior dos cuadrados de 4x4 cms para crear la base del bolso.
 

El forro lo hago en vichy de rayas a juego con el exterior, claro. Y antes de coserlo le pongo en el interior un bolsillo. Para el móvil, claro :)

 Ahora tengo esto:

 Abro la parte que recorté para hacer la base, junto los medios y lo coso por el revés, tanto en el exterior como en el interior.

 El exterior, como está entretelado con entretela de armar, se convierte en un "cubo" que se tiene de pie solo.

 Aprovecho para ponerle las asas. He hecho un asa para colgar en un hombro, creando una tira larga de vichy que he ribeteado con un ribete con cordoncillo rosa que tenía ya en casa. Si es que puedo poner una mercería cuando quiera. El trozo de tela con el que he hecho la tira mide 8x55 cms.


 Meto el forro dentro del bolso, revés contra revés. Lo hago así porque el exterior, al estar entretelado, es muy rígido y difícil de dar la vuelta.


Doblo los bordes superiores tanto del forro como del exterior y aprovecho para añadir una goma (rosa, como no) para crear el cierre del bolso.
 Lo sujeto todo con alfileres y le paso un pespunte a todo, asegurándome de que sujeto bien tanto la goma como las asas.


Añado una rosa de terciopelo rosa con hojitas verdes como adorno, hechas con un retal de terciopelo elástico y un trocito de fieltro verde, y un botonaco rosa que compré en un chino de casualidad (si cuando yo digo lo de la mercería....). Y ya está: un bolsito de bandolera tamaño mini para una mini que rápidamente va aumentando de tamaño.

lunes, 6 de febrero de 2012

Una cesta de tela.


Con un par de retales y siguiendo las instrucciones de Sew4home he hecho una cesta de tela. Es perfecta para dejar cosas pequeñas, como las tijeras, el acerico, el dedal y el descosedor cuando no los uso, y evitar que se pierdan. Pero resulta que también es perfecta para el cinturón del Zumba y el mando de la Wii. Humm... tendré que hacer otra.